sábado, 7 de diciembre de 2013

El habito no hace al monje

¿Habeís oido esa expresión? Seguro que sí. No, no me ha dado por poner expresiones conocidas por todos, seguíd leyendo ;)

Los que me conocen bien saben que apruebo por completo la sentencia de que no es necesario que compartas sangre con una persona para considerarla tu familia. Es por eso por lo que escribo esta entrada.

Yo puedo estar contenta de tener dos familias, la de parentesco y la de amistad, aunque realmente no son dos, sino una sola puesto que estan fusionadas, ambas se convierten a menudo en un gran apoyo para mí.
La familia de sangre por muchos lazos que tengas con ella, puede que no esten siempre a tu lado, a veces involuntariamente y, en el peor de los casos, porque se rompen esos lazos. Cuando se rompen esos lazos, cuesta reanudarlos, porque las heridas siempre dejan cicatrices y aunque una cicatriz se cure, deja para siempre una señal. Es por eso por lo que digo que no me quiero ni imaginar como lo pasará mi sobrina cuando sea consciente de todo lo que la inocencia le impide ver por ahora, cuando descubra que alguien rompio esos lazos, pero cuando eso pasé, estoy segura de que su familia, su verdadera familia, le ayudara a que esa rotura no duela tanto y formaremos lazos más fuertes alrededor.
Tambien se dice que a la familia de sangre no la escoges tú, pero sí a tus amigos. A esos amigos que un día conoces como a cualquier otra persona y se acaba convirtiendo en tu familia, a base de experiencias juntos, de buenos momentos para recordar y de malos momentos que superar juntos y de la mano. Antes me daba miedo el proceso que hay entre lo desconocido y lo conocido, ahora ya no tanto, los que hoy forman mi falsa familia un día fueron extraños y ahora, sería extraño no tenerlos a mi lado

Así que desde aquí agradezco a mi familia su existencia, por poder sentirles a mi lado y decir que tengo una GRAN familia, aunque sea pequeña puede llegar a hacerme sentir enorme

2 comentarios:

  1. Yo tengo una gran familia a la que estoy muy unida, siempre nos juntamos muchisima gente, reimos, hablamos... Y aunque siempre haya discusiones, hacemos todo lo posible por arreglarlo para seguir juntos, besos
    Lena

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  2. cuando te haces mayor te das cuenta quien es importante en tu vida y quien no y te pesa en tu conciencia no haber dado mas abrazos mas besos no haberles demostrado lo importante que son para ti ya sean familiares o amigas pero sobre todo disfruta de su compañia de cada momento porque el tiempo pasa muy deprisa feli

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